Si comienzo mi primer post en el blog diciendo que mi aspiración en la vida siempre ha sido la de ser una persona polímata seguramente me tachais de pretenciosa, y dejáis de leer aquí. Si habéis decidido seguir con una frase más, os lo agradezco. No soy pretenciosa, como ya he dicho, la polimatía es mi aspiración, no digo que sea algo que haya logrado. Pero vayamos por partes

¿Qué es la polimatía?

La palabra polimatía (πολυμαθία) viene del griego, y significa ‘aprender mucho’ (de μανθάνω, aprender y πολύ mucho). Se trata de una sabiduría que se adquiere al abarcar conocimientos de diversas disciplinas, tanto científicas como humanísticas, y por supuesto, ser capaz de combinar esos conocimientos y saber cómo y cuándo aplicarlos. Muchos filósofos griegos fueron polímatas, y esa sed de conocimiento es algo que se dió también en el Renacimiento. Polímatas conocidos han sido Leonardo Da Vinci, Hipatia de Alejandría y mi favorita, la bellísima actriz, ingeniera en inventora Hedy Lamarr.

Una vez expuesto esto, solo me queda decir que admiro a quienes tienen el tiempo y la capacidad para llegar a considerarse polímatas. En mi caso tengo la curiosidad, y la insaciabilidad ante toda la información disponible sobre una inmensa cantidad de temas. Y por desgracia también soy consciente de que no tengo tiempo en esta vida para lograr aprender ni comprender todo aquello que desearía, lo que no impide que siga avanzando.

Pero os preguntaréis qué tiene que ver todo esto con la comunicación, y por qué motivo hablo de esto tan ¿denso? ¿intenso? ¿pedante? en mi primer post.

Polimatía y comunicación

Como digo en el espacio sobre mi, si tuviese que escoger un superpoder, sería el de poder controlar todas y cada una de las formas de comunicación que existen. Pensemos un momento, todas las células de nuestro cuerpo se están comunicando constantemente. Si pudiésemos entender y llegar a controlar esa comunicación ¿somos conscientes de hasta qué punto podríamos controlar nuestros cuerpos? ¿Y los cuerpos de otros seres vivos? Podríamos controlar a todas las computadoras del mundo comunicándose. Existen diferentes modos de comunicación en las especies animales ¿os imagináis poder comunicaros con ellas? Y así un largo etcétera.

Por supuesto nuestros cerebros no están preparados para aguantar lo que supondría todo esto… o tal vez sí. En todo caso, sólo imaginar todas las implicaciones que podría suponer ese ‘superpoder’ es algo vertiginoso. Nos abriría las puertas a un conocimiento sin límites, a una suerte de polimatía absoluta. Aunque los absolutismos nunca suelen ser buenos. 

Por este motivo pienso que una visión amplia de lo que supone la comunicación es algo esencial. Es importante entender que en la vida estamos comunicando constantemente, de forma voluntaria o no. Ser conscientes de ello es importante, porque es comunicando, de un modo u otro, la manera en que se pueden cambiar cosas.

Comunicación, series de enredos y enredos en serie

Todos hemos visto las típicas series de enredos en las que, por un fallo en la comunicación, por un pequeño detalle o por una mala interpretación de algo que se ve o se oye, o que incluso se omite, se produce un enredo que al espectador le suele parecer cómico, y de ahí pueden desencadenarse unos enredos en serie que irán arrollando a los personajes como un inmenso alud de nieve. Aquellos que hayan visto recientemente la serie de la que más se está hablando esta temporada, Cobra Kai, sabrán lo que les digo. Aunque muchas veces este tipo de enredos en serie también pueden acabar en catástrofe.

Esto que es usado por los profesionales del cine y la televisión de forma tan hábil, es algo que puede suceder y de hecho sucede en nuestro día a día. Y aunque nos parece gracioso visto en pantalla, cuando nos sucede a nosotros la cosa cambia. Y si se trata de algo que le sucede a nuestro negocio, la cosa no sólo cambia, se pone seria, muy seria.

Comunicación estratégica, esencial para cualquier negocio

Por pequeño o grande que sea un negocio, prestar atención a la comunicación de este con el mundo es vital para su supervivencia y crecimiento. Y hay que hacerlo desde una estrategia que contemple todos los puntos de vista posibles, que integre todos los ámbitos y que de una respuesta global a las necesidades comunicativas del negocio. Para ello siempre es recomendable contar con alguien que conozca la comunicación de forma global y que sea capaz de prestar atención a los detalles y las características únicas de cada negocio, empresa o institución.

Para poder hacer mi trabajo he necesitado aprender de todo un poco, a veces un mucho; y sigo aprendiendo un poco más cada día. Por supuesto este es un trabajo exigente a nivel técnico, pero donde se hace especialmente necesario abarcar todo tipo de conocimientos y la capacidad de conectarlos entre si, es a la hora de formular una estrategia única y adaptada. Por ese motivo, por brindarme la ocasión de que con cada trabajo, me acerque un poco más a la ansiada polimatía, es por lo que adoro trabajar en comunicación. 

Comunicación estratégica, comunicación 360º

Un plan de comunicación estratégica, plan de contingencia para la comunicación de crisis, SEO local, estrategia de Social Media, relaciones públicas, marketing digital, marketing de contenidos… Si tuviese que decidirme tan sólo por una opción no podría. No soy capaz de imaginar el SEO sin el marketing de contenidos, ni me creo que ninguna empresa quiera comenzar un proyecto de comunicación sin antes abordar un plan de comunicación estratégica. Y por supuesto, de nada sirve contratar a un community manager si antes no tienes una estrategia de social media, y esta debe ir integrada o en la línea de la estrategia de marketing digital, que a su vez tendrá en cuenta el SEO…

Todo lo escrito en el párrafo anterior es lo que algunos profesionales llaman ‘comunicación 360º’, no me parece mal nombre. Es una forma de decir rápidamente que se ofrecen los servicios integrales de comunicación que cualquier empresa, persona o institución pueda necesitar. Por desgracia o por suerte, es lo más cerca que se puede estar del superpoder comunicativo del que os hablaba. Eso y aprender cuantos más idiomas mejor (y aquí podemos añadir los lenguajes de programación). Y tú ¿qué opinas? ¿Crees que ya ha llegado el momento de usar los superpoderes comunicativos para tu empresa? Hablemos.